El error manotea mi templo como una campana y entiendo que te quiero, que lo merezco, que es de insomnio el poema. Caigo continuamente, temo la luz del alba, todo lo rompo y entiendo que soy pozo, que siempre es tarde, que es de nube el poema. Algo malo iba a pasar y lavé todas las sábanas: "No vengas a buscarme. No hay nada inmortal en el descenso" Un paisaje sin aliento... una bestia pendenciera... Debo afilarme las uñas. Te quiero
Hola, soy Olga y hoy cumplo 37 años...Cualquiera podría pensar que hoy es un día idóneo para comprar un globo, para trillar la tierra o pelar un sueño, pero se equivocan. Yo, Olga de 37 años soy una perdedora, estoy cansada de cabalgar el ártico que me habita y no tengo cabaña. A duras penas me quedan ánimos para follar con algún perro y lo peor de todo, es que estos surcos en la frente comienzan a delatarme.
Cada vez que te pronuncia, Nerea se inunda como si un aspersor le latiguease el centro. Eyacula, una, dos, 3, cuatro lunas en los ojos de Nerea, cinco veces se sacude el espinazo, 6 suspiros que estallan sin recato, 7 con ganas de enraizarse, 8 queriendo liberarse del exceso, nueve, tú: diez de diez. Nerea a ras de suelo masticando tu nombre.
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