NEREA
Cada vez que te pronuncia, Nerea se inunda como si un aspersor le latiguease el centro. Eyacula, una, dos, 3, cuatro lunas en los ojos de Nerea, cinco veces se sacude el espinazo, 6 suspiros que estallan sin recato, 7 con ganas de enraizarse, 8 queriendo liberarse del exceso, nueve, tú: diez de diez. Nerea a ras de suelo masticando tu nombre.
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